Se trata sin duda del ave más espectacular debido a su gran tamaño, el mayor de todas las psitácidas (1,07m de cabeza a cola) y a su asombrosa coloración azul Jacinto al que debe su nombre que contrasta con el amarillo que presenta a ambos lados del pico y alrededor de los ojos.
Este guacamayo posee un imponente pico de color gris, tosco y a la vez preciso capaz de desmenuzar duras cáscaras de frutos secos, así como sostener semillas de muy pequeño tamaño.
La mayor población se concentra en Mato Grosso (Brasil) encontrándolo en grupos no muy numerosos en praderas y sabanas arboladas al límite de los bosques tropicales. Existe, a su vez, una pequeña colonia más vulnerable en Bolivia.
Se alimenta sobre todo de semillas y frutos que obtiene directamente de las palmeras y de los desechos de otros animales.
En cuanto a la reproducción necesita grandes árboles huecos para construir su nido en los que realiza una puesta de 1 o 2 huevos rara vez 3, que la hembra incuba durante 26 días. Por lo general sobrevive un único polluelo. Los pequeños dependen de los padres durante 6 meses, y no alcanzan la madurez sexual hasta los 6 años. Debido a la escasez de sitios para anidar, su lenta reproducción y la baja tasa de supervivencia de los polluelos, su desaparición se ve cada vez más cerca.